Ayer se celebró la elección de la ciudad que recibirá los JJJOO del 2020 y Madrid, por tercera vez consecutiva postulaba como candidata.
Esta vez la competencia se veía fácil: por un lado Estambul que últimamente se ha salpicado de escándalos de doping en deportistas y , por otro, Tokio , que por su planta nuclear en Fujushima y sus constantes derrames tenía menos chances.
Se realizó una genial campaña de promoción con mucha ilusión y ya nos veíamos ganadores.
Pero es culpa de los medios de información locales que machacan tanto a España que la imagen exterior es de un país completamente quebrado, lo que no sucede con Grecia ni Portugal.