Los de Hamburgo, Alemania, se intoxicaron tras un brote de bacteria E.coli, y los que seguidamente de los intoxicados salieron mal parados los pepinos españoles, específicamente de Almería. Una senadora de Hamburgo se apresuró a cuplar a éstos pepinos sin tener análisis que lo respaldaran, lo que costó la producción anual de los pobres agricultores.
Ahora se lavan las manos y culpan a unos brotes de soja, lo que aún no está confirmado.
y el pepino español? quien limpia su desprestigio, ah?
1 comentario:
Hola Paolo,
Yo no he dejado de comer pepinos.
Y los alemanes ya sabemos lo que son...alemanes!
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